El pintor alemán Egon Possehl nació en 1921 en la ciudad de Hamburgo (Alemania) y falleció el siete de marzo de 2004. Realizó sus primeros estudios de dibujo libre, en la academia de bellas artes de la misma ciudad. Por expreso deseo de sus padres abandona la academia para formarse en una profesión con más futuro, la carpintería. Es en esta época cuando estalla la segunda guerra mundial, con diecinueve años es enviado al frente, a Rusia. Vivió la guerra con todo su horror, dolor y muerte. En 1946 seis meses después de finalizar la guerra, pudo reemprender sus estudios en la academia de bellas artes de Hamburgo, estudió diversas técnicas: mural, mosaico, pintura decorativa y el retrato o anatomía, además de pintura libre con el profesor Ivo Hauptman y artes gráficas y dibujo con el profesor Grimm. Trabajó en el desarrollo de un fresco para el altar mayor de la iglesia de Petrie.
Del pintor alemán podemos decir entre otras cosas que abandonó lo abstracto para buscar nuevos caminos del impresionismo, tan enraizado en su alma germánica. Hablamos en nuestra entrevista con la hija de Egon, afincada en Valencia.
Pregunta Hola Inés, ¿cuál dirías tú que era el estilo preferido de tu padre, dentro de la pintura?
Respuesta Yo creo que inicialmente fue el abstracto y el cubismo, pero poco a poco fue decantándose por el surrealismo y simbolismo, que fue la pintura que predomina en casi toda su obra.
P ¿Dirías que las obras de tu padre, fueron lo suficientemente valoradas o piensas que no se le dio a su obra el valor que realmente merecía?
R Yo creo que el artista hace un gasto tremendo para que se conozca su obra y es muy difícil que te valoren como realmente mereces. Por muchos motivos.
P Tu padre también hizo esculturas, en el pueblo de Canet de Berenguer hay algunas esculturas de su padre, ¿era la escultura por así decirlo una asignatura pendiente para su padre?
R Pues, sí. A mi padre le hubiera gustado combinar la pintura con la escultura, pero no era algo sencillo teniendo en cuenta que mi padre era un pintor muy prolífico.
P Podrías decirme, ¿cómo fue la decisión de tu padre de venirse a vivir a Valencia?
R Mi padre vino contratado por un arquitecto y maestro de obras, un compatriota alemán. Se enamoró de luz de Valencia, de la claridad de sus colores, era perfecta para sus pinturas. En el Norte de Alemania, en mi ciudad natal la luz es muy distinta.
P Tu padre dedicó prácticamente su vida a la pintura, de todas las actividades artísticas que ejerció, murales, esgrafitos, vidrieras, acuarelas, pintura, escultura ¿cuál dirías que era la que más le motivaba?
R Mi padre comenzó como dibujante, sobre todo en la época en la que vivía en Alemania, yo diría por las conversaciones que manteníamos con toda seguridad, que fue la pintura la técnica que más satisfacciones le reporto.
P En la pintura de tu padre se puede observar una expresión a través de los símbolos, hay referencias religiosas por ejemplo vemos un Cristo o a Pilatos en el momento de lavarse las manos. ¿Es la religión una característica más en la obra de tu padre?
R No, lo que ocurre es que mi padre era una persona con unas fuertes creencias cristianas y le gustaban mucho las temáticas religiosas.
P Yo tuve la suerte de conocer a tu padre y parte de su obra, desde luego sus dibujos son algo que a mi, particularmente me cautivaron cuando los vi. La figura de tu padre como artista es digna de estudiarse de igual forma que nos enseñan a otros grandes maestros ¿Dirías que no se reconoció lo suficiente su obra? ¿O dicho de otra forma, crees que se valoró a tu padre como pintor?
R Pues sí, diría más bien que nunca se le reconoció el talento que poseía. No se le valoró como pintor lo suficiente, pero no es el único caso el de mi padre. Hay muchas personas a las que no se les valora como debieran dentro de lo que hacen. Él estaba satisfecho con la cercanía de gente, le hacía feliz exponer donde fuera. Yo creo que llegó un momento en su viuda en el cual ya no esperaba ni necesitaba ningún tipo de reconocimiento.
P Ha sido un placer poder entrevistarte.
R El placer ha sido mío, gracias por acordarte de mi padre.