
El otoño
Y llegó el otoño, la estación nostálgica. Todo me recordaba a él. El suave tacto de la lana, el olor a lluvia. Porque todo él olía a lluvia y, a mí, a mí me encantaba refugiarme entre sus brazos y sentir la tibieza de su piel y su olor… Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero ni un solo instante en que no le recuerde al llegar el otoño. Cierro los ojos y el olor a tierra me lleva hasta él de nuevo, como siempre, como entonces. Camino por la calle sintiendo el frio en mis huesos y en mi alma. Me escondo bajo el paraguas y una vez más pienso…Llegó el otoño.