La obra oculta durante 60 años de Nemirovski

 

Miro las viejas fotografías de la escritora y pienso en como hubiera sido su vida, en cómo sería la vida de tantas personas. Observo sus ojos y su sonrisa, pienso que la tengo frente a mí, que la estoy entrevistando…ya he terminado mi entrevista con ella, ha respondido a todas mis preguntas. Miro la maleta que tiene a su lado ¡me recuerda las maletas de tantos judíos…! Le pregunto si por favor me puede responder una última pregunta y ella hace un gesto afirmativo con la cabeza sonriéndome, entonces le pregunto: «¿Qué es lo que lleva en esa maleta que siempre la acompaña?». Ella piensa antes de responder a mi pregunta, unos segundos después, me mira con los ojos empañados y contesta con una suave y dulce voz: «Sueños, solo sueños». Ya no queda nada más, solo eso. Salgo del viejo café frente al Sena, el viento silba por París y la niebla espesa cubre la visión de los edificios, una suave llovizna comienza me saca de mi ensoñación. Camino del hotel bajo mi gastado paraguas pienso, en el holocausto. Quedan en el recuerdo las pocas fotografías y los manuscritos que sus hijas pudieron esconder.

La escritora Irene Nemirovski murió en Auschtwitz, asesinada a los 39 años. Su marido hizo innumerables gestiones para liberarla desde el mismo día de su arresto, pero fue en vano. Tres días después que a Irene lo apresaron a él también, murió en la cámara de gas. Con el estallido de la segunda guerra mundial comienzan las leyes antisemitas en Francia y víctima de ellas, a Nemirovski se le prohíbe publicar.  Escribió La suite francésa, (casi como una crónica de lo que sucedía en aquel momento, con letra diminuta, en lápiz y con anotaciones por todo el papel, para poder aprovechar toda la hoja.) Su obra quedaría incompleta para desgracia del mundo entero. La suite francesa solo llega tener dos partes de las cinco que en realidad tenía pensado escribir su autora.

Sus dos hijas vivieron escondidas durante el tiempo que duró la guerra, ayudadas por amigos de la familia. Siempre llevaban una vieja maleta con los manuscritos inéditos de su madre, entre ellos La suite francesa, fotos y documentos de la familia. Con solo trece y cinco años ya eran huérfanas. Marchan a Niza con su institutriz donde vive su abuela materna, en una gran y ostentosa mansión. Incapaz de abrirles tan siquiera la puerta, desde el otro lado de la pesada verja de hierro les dijo que, puesto que sus padres habían muerto y eran huérfanas, lo mejor que podían hacer es ir a un orfanato. Denisse y Elisabeth acudían día tras día inútilmente a buscar a sus padres.

Durante mucho tiempo sus hijas dudaban en mostrar al mundo los manuscritos de su madre, finalmente deciden que lo mejor es que se conozca la obra de Irene, su madre y deciden dejarla en depósito legal, no sin antes mecanografiar de nuevo los manuscritos, leyéndolos con una lupa y descifrando la apretada caligrafía. La obra de Irene Nemirovski ha estado oculta más de 60 años…

 

 

 

 

 

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