En mi memoria

 

Y me senté sobre la tarima de madera, con los pies colgando para poder sentir el roce del agua. Noté su ausencia. Mi vista se alzaba hacia el infinito maravillada al contemplar aquel vacío. Cerré mis ojos y pude escuchar el eco lejano de su voz. En ese moemnto mi corazób latía con más fuerza y fue cuándo comprendí que no se había ido, no lo haría nunca mientras yo le pensara, mientras yo le sintiera cerca de mí. Ya no volvería a verlo jamás, pero supe que él estaba allí conmigo solo tenía que detener el tiempo. Solo tenía que mirar con los ojos del corazón…

 

 

 

 

 

facebook
Twitter
Follow